El cine chileno del presente y el futuro protagonista del 36º Festival de Guadalajara

27 septiembre, 2021

Por LatAm Cinema
SEPTIEMBRE 27, 2021

Entre el 1 y el 9 de octubre se celebra en formato híbrido la 36ª edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), un encuentro de referencia para el cine latinoamericano. Chile llega a la ciudad mexicana con presencia en casi todas las áreas del certamen: 11 largometrajes y cortometrajes de ficción, animación y documental compiten en cuatro secciones del festival; y ocho proyectos participan en las diversas secciones de industria: Guadalajara Construye, DocuLab, Encuentro de Coproducción y Episodio 0.

La cinematografía chilena regresa a Guadalajara tras una excelente participación en la edición anterior, en la que ganó tres premios: «Araña» de Andrés Wood recibió el premio a Mejor largometraje iberoamericano, «Piola» de Luis Alejandro Pérez ganó el premio a Mejor ópera prima iberoamericana, mientras que el reconocido actor Alfredo Castro recibió los premios Maguey y Mezcal por su trabajo en «Tengo miedo torero» de Rodrigo Sepúlveda.

«FICG es un lugar muy especial y querido para el cine chileno. Durante muchos años ha cumplido un rol fundamental en relevar nuestra producción en sus distintas etapas de desarrollo, desde su participación en las diversas secciones de industria hasta su posterior estreno en el festival», cuenta a LatAm cinema Paula Ossandón, directora de Chiledoc, la marca sectorial del documental chileno, y recuerda algunos de los títulos chilenos premiados en ediciones anteriores del festival: «El pacto de Adriana» de Lissette Orozco, «Robar a Rodin» de Cristóbal Valenzuela Barrios, «Mala junta» de Claudia Huaiquimilla y «Nunca vas a estar solo» de Alex Anwandter.

Este octubre son 11 los títulos con participación chilena seleccionados en las distintas secciones de FICG. «La producción chilena está pasando por un gran momento. Desde hace ya varios años goza de reconocimiento a nivel internacional en los festivales de cine más importantes del mundo y en instancias que se entienden como una especie de barómetro de la industria como, por ejemplo, los premios Oscar, donde ya hay una ficción (‘La mujer fantástica’ de Sebastián Lelio) y una animación (‘Historia de un oso’ de Gabriel Osorio) distinguidas como las mejores en sus respectivas categorías, y un documental (‘El agente topo’ de Maite Alberdi) que este año estuvo nominado. Este tipo de hitos muestran cuán sólido está siendo el desarrollo de nuestras producciones en todos los géneros. En la animación, por ejemplo, se están viviendo grandes acontecimientos: en menos de cuatro meses ‘Bestia’ de Hugo Covarrubias ganó en Annecy y ‘Los huesos’ de Cristóbal León y Joaquín Cociña fue premiado en Venecia», explica Ossandón.

De los 11 filmes que compiten en la categoría de largometrajes iberoamericanos, cuatro cuentan con participación chilena. «Inmersión» de Nicolás Postiglione, coproducido entre las chilenas Juntos Films, Araucaria Cine, PrimateLab y la mexicana Whisky, y con ventas a cargo de Latido Films, tendrá su premiere mundial en Guadalajara. El filme, que formó parte de la edición 2020 de Cine en Construcción Toulouse- Lima, trata sobre un padre que, junto a sus dos hijas, se ve obligado a ayudar a tres jóvenes en el hundimiento de un barco y se enfrenta a una serie de prejuicios y sospechas. «Mis hermanos sueñan despiertos» de Claudia Huaiquimilla, recientemente estrenado en Locarno, es una producción entre las chilenas Lanza Verde e Inefable con ventas a cargo de Meikincine que, basándose en hechos reales, cuenta la historia de dos hermanos que viven en un centro de reclusión juvenil hasta que llega un joven rebelde que propone un posible escape. «Matar a la bestia» de Agustina San Martín es una producción de las argentinas Caudillo Cine y Lucila de Arizmendi junto a la brasileña Estúdio Giz y la chilena Oro Films, con ventas a cargo de The Party Film Sales. El filme, que tuvo su premiere en el Festival de Toronto, trata sobre una adolescente que se enfrenta a su pasado cuando viaja a Misiones en busca de su hermano perdido. «Piedra noche» de Iván Fund llega al FICG tras su paso por Venecia, San Sebastián y Biarritz. Producido por las argentinas Rita Cine e Insomnia junto a la chilena Globo Rojo Films y con Elle Driver como responsable de las ventas internacionales, el filme es un drama fantástico protagonizado por una mujer que acompaña a una amiga, quien acaba de perder un hijo, a vender su casa de veraneo, y una vez en el lugar empieza a escuchar rumores sobre la aparición de una extraña criatura.

Chile también participa en la competencia iberoamericana de largometrajes documentales con «El cielo está rojo» de Francina Carbonell, filme producido por la chilena Storyboard Media que se adentra en los archivos judiciales del incendio en la cárcel de San Miguel, que dejó un saldo de 81 reclusos muertos. El documental ya recorrió varios festivales, incluyendo IDFA, Berlinale, Cinélatino Rencontres De Toulouse, Costa Rica y Lima. Compañía de Cine está a cargo de las ventas internacionales.

En la competencia de cortometrajes iberoamericanos de ficción son tres los proyectos chilenos participantes: «Soñé que vivía» de Eymeraude Cordon Le Beurier con producción de Maltrato Films y Parina Films; «Una casa en la arena» de Cristóbal García Mauriz con producción de Vórtice Films y «Una historia de amor imposible» de Javier Alonso con producción de Parina Films. También son tres los cortometrajes animados que compiten por el premio Rigo Mora: «Bestia» de Hugo Covarrubias, con producción de Trebol 3 Producciones y Miyu Distribution; «Deshabitada» de Camila Donoso Astudillo, con producción de Praxia Producciones, y «Los huesos» de Cristóbal León y Joaquín Cociña con producción de Pista B y Diluvio.

En el área de Industria, son ocho los proyectos chilenos buscan acelerar y afianzar su crecimiento. «Hoy existe una generación poderosa de nuevos realizadores que se están atreviendo a cruzar los géneros, a mezclar ficción y documental, documental y animación; que sienten que sus historias locales son importantes, que sienten orgullo por sus orígenes, que están cuestionando los modelos culturales imperantes y recogiendo los temas que preocupan a nivel social, como el rol de la mujer y su puesta en valor, el derecho a la divergencia y a la diversidad tanto de género como de identidad racial y de libertad política», comenta Ossandón

En Guadalajara Construye, espacio que acompaña el financiamiento para la finalización y distribución de películas de ficción en etapa de primer corte, uno de los siete elegidos es el chileno «Historia y geografía», dirigido por Bernardo Quesney y producido por Equeco. El filme trata sobre una actriz cómica de televisión que regresa a su ciudad natal para montar una obra de teatro para tratar de recuperar el reconocimiento artístico que cree haber tenido en el pasado.

En la 13ª edición de Doculab, el laboratorio para documentales en etapa de edición, participa el proyecto chileno «Bajo sospecha». Dirigido por Daniel Díaz Oyarzún y producido por Pejeperro Films, el documental reflexiona sobre la identidad mapuche a través de la obra artística de Bernardo Oyarzún, tío del director.

En Episodio 0: series en desarrollo, programa que consta de reuniones intensivas entre las siete series seleccionadas y profesionales de cine y TV, participa «El baile de los que sobran», dirigido por Ángel Linares y Emilio Aguilar Pradal, con producción de las mexicanas Libres Films y Matricaria junto a Chile y Francia. La serie de seis episodios de 45 capítulos trata sobre cuatro ex militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez involucrados en golpes contra la dictadura de Pinochet que son descubiertos viviendo en México tras 20 años prófugos.

Por último, cinco títulos con producción chilena formarán parte del Encuentro de Coproducción, espacio en el que proyectos iberoamericanos en desarrollo son presentados ante productores, compradores, distribuidores y demás responsables de las diferentes etapas de la cadena de realización cinematográfica. «La búsqueda de coproducciones es otra característica que evidencia la internacionalización que está viviendo el cine chileno. Existe una preocupación por buscar alianzas con otros países para sumar fuerzas y también audiencias. Nuestro mercado es pequeño y las producciones nacionales precisan de estas alianzas no sólo para sumar fondos sino también para ampliarse hacia nuevos públicos. Esto resulta extremadamente importante, por ejemplo, para las series. Afortunadamente, la gran calidad del trabajo de las casas productoras chilenas está permitiendo que esas alianzas ocurran», explica Ossandón. Los cinco proyectos que buscan socios en Guadalajara son «Ahora vienen por nosotros» de Shawn Garry con producción de Clara Films, «La habitación blanca» de Ana Piterbarg con producción de Bikini Films y Picardía Films, «Volver a casa» de Catalina Alarcón con producción de Mimbre producciones y Pequén Producciones, «Animales» de Andrés Waissbluth con producción de Avispa Cine, Retaguardia Films y Rhayuela Films; y «Jirafas» de Felipe Carmona y Sarahi Echeverria con producción de Clapproducciones y Otrolado Films.

Además de los representantes de los títulos mencionados, la delegación chilena en Guadalajara incluye a los productores que integran la misión organizada por CCDoc y Animachi y financiada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. También integran la misión representantes de ProChile, CinemaChile, la marca sectorial del cine chileno, Chiledoc, la marca sectorial del documental chileno, y Chilean Animation, en representación del mundo de la animación. «Guadalajara será uno de los primeros festivales y mercados latinoamericanos que se realizará en formato híbrido con una fuerte apuesta por la presencialidad. Por esta razón, y por su gran cercanía con el sector audiovisual chileno, la participación chilena también será en ambos formatos. Si bien la misión principal será en formato online, muchos directores y productores asistirán en forma presencial. Hasta ahora hay confirmados un stand presencial de Chile y dos actividades de networking impulsadas por ProChile y Chiledoc», concluye Ossandón.