• Santiago de Chile albergó la novena edición de Conecta, encuentro internacional de industria documental organizado por la Corporación Chilena del Documental (CCDoc) que en diciembre reunió profesionales de Latinoamérica y el mundo en talleres, un WIP en colaboración con Fidocs, sesiones de pitch, reuniones y clases magistrales. LatAm cinema dialogó con Paula Ossandón, miembro del directorio del CCDoc y directora de la marca sectorial del documental chileno, Chiledoc, sobre la relevancia de las acciones que llevan a cabo para fortalecer y difundir el documental chileno y latinoamericano.
¿Por qué es importante que exista en nuestra región Conecta, un mercado exclusivo para el cine documental?
Iniciamos Conecta hace nueve años porque queríamos aprovechar todas las redes nacionales e internacionales que ha desarrollado CCDoc en beneficio de la comunidad latinoamericana y, en paralelo, conectar a los realizadores latinoamericanos entre sí, reconociendo nuestros puntos en común y promoviendo el sentido colectivo. Ese es el propósito, además de situar a Chile como un polo de desarrollo para el documental. El documental chileno está cada vez más fuerte y también se está fortaleciendo el de otros países latinoamericanos como Colombia, México, Perú o Costa Rica. Hay una diversificación de los países que están aportando al desarrollo del documental en el mundo y son documentales que tienen muy buena llegada a nivel internacional, en mercados y en festivales. Específicamente, el documental chileno ha conseguido fondos relevantes en el último tiempo, por ejemplo, Chicken & Egg ha apoyado varias realizadoras chilenas. Maite Alberdi recibió dos nominaciones a Mejor documental en los Oscar y fue la primera mujer chilena en recibir el Goya a la Mejor película iberoamericana con “La memoria infinita”. “Malqueridas” de Tana Gilbert ganó tres premios en la Semana de la Crítica de Venecia. En la última edición de Cannes Docs, dos de los seis premios del Docs-in-Progress Showcase fueron para proyectos chilenos: “Viajero Inmóvil” de Fernando Lavanderos y Sebastián Pereira, y “Aliyá, Yeridá” de Rafael Guendelman. Antes, los grandes referentes locales eran Patricio Guzmán, Carmen Castillo, Ignacio Agüero. Hoy contamos con múltiples voces -algunas consolidadas, otras emergentes- que tienen éxito afuera. Lamentablemente, lo que falta es conectar con las audiencias, una problemática que atraviesa todo el cine latinoamericano, también el de ficción y de animación. Conecta trae compradores y otros representantes de industria a Chile para acercarlos al universo más destacado de películas y series.